Como una reforma tributaria afectará a las clases económicas medias y bajas, los ciudadanos colombianos llevan siete días liderando manifestaciones y han sido reprimidos por la policía y el ejército: se dice que al menos 20 personas han muerto y 846 heridas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y Estados Unidos condenaron a la policía colombiana por usar fuerza excesiva para controlar manifestaciones contra el gobierno del presidente Iván Duque Márquez.
El diputado español Manu Pineda envió una carta a Josep Borrell, jefe de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, solicitando que se enviara inmediatamente una misión de observación a Colombia para informar sobre las manifestaciones reprimidas, incluidas varias en el país. El joven ciudadano de la ciudad falleció. La manifestación se convirtió en un grito contra la pobreza.
La Policía Nacional anunció que investiga más de una veintena de denuncias de barbarie, y el ministro de Defensa, Diego Molano, acusó a grupos armados ilegales de infiltrar protestas y generar violencia.
Si bien Iván Duque retiró el proyecto e insistió en que aún se deben hacer reformas para mantener el programa de asistencia social y asegurar la estabilidad financiera, las manifestaciones continuaron en Bogotá, Medellín y Cali, y el país bloqueos de carreteras en otras zonas.