“Mi principal enemigo: ¡Yo!” Segunda parte¿Por qué acudir a terapia?

PorOpinión Mexiquense

26 de noviembre de 2024

Como revisamos en el texto anterior, las afecciones psicológicas como el estrés, la ansiedad y la depresión vienen acompañadas de malestares físicos como respuesta al sobrepensamiento, el miedo y la incertidumbre que genera no estar bien consigo mismo.

Y parto de «estar bien consigo mismo» porque, en un proceso terapéutico, se revisa la causalidad de los síntomas. En muchas ocasiones, son situaciones de abandono, violencia y conflictos familiares en la niñez las que desencadenan afecciones psicológicas en la adolescencia y la vida adulta.

Ir a terapia es benéfico para tratar problemas de salud mental, pero también ayuda a mejorar la relación con los demás y a establecer metas para el futuro.

Algunos de los beneficios de la terapia son:

  • Aprender a identificar y cambiar pensamientos distorsionados.
  • Gestionar emociones y hábitos negativos.
  • Conocerse mejor y entender a los demás.
  • Superar experiencias angustiosas.
  • Mejorar las relaciones.
  • Aprender a resolver problemas sin generar dependencia del psicólogo.
  • Aceptar o cambiar lo que impide crecer.

La terapia puede ayudar a tratar trastornos de ansiedad, como la ansiedad social, el trastorno obsesivo-compulsivo, las fobias, el trastorno de pánico o el trastorno por estrés postraumático. También puede ser de gran utilidad para manejar los desafíos cotidianos de la vida, como problemas laborales o de pareja.

Más allá de la función técnica del proceso terapéutico y sus beneficios, abordemos esto desde una perspectiva personal. ¿Qué tan difícil es aceptar y reconocer que buscamos afrontar situaciones cotidianas para las que muchas veces no contamos con las herramientas cognitivas o emocionales necesarias?

Llega un momento en el que pareciera que las situaciones te tienen estancado; no logras avanzar con tus problemas, y todo se torna sombrío y sin solución. Sin embargo, esta sensación es parte del proceso de cambio. El camino hacia la sanación es paulatino y requiere de un proceso de reeducación cognitiva y resignificación para comprender muchos aspectos y condiciones a los que les asignamos significado y valor emocional.

Para sentir alivio instantáneo, aquí te dejo algunas asociaciones verbales que pueden incentivar una sensación de calma. No obstante, te reitero que es fundamental acudir con un especialista en salud mental que te acompañe en este proceso de introspección hacia el bienestar. Poco a poco, lograrás hacer las paces con tu peor enemigo.

Cómo sentirme mejor instantáneamente:

  1. Enojado → Canta
  2. Presionado → Camina
  3. Sobrepensando → Escribe
  4. Ansioso → Respira
  5. Estresado → Haz ejercicio
  6. Triste → Practica gratitud
  7. Sin energía → Date un baño frío
  8. Impaciente → Dibuja

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