En medio del conflicto bélico que sacude a Israel, una historia de esperanza y fortaleza ha emergido desde las profundidades de Haifa. Una mujer dio a luz a trillizos en el Hospital Rambam, ubicado en un complejo subterráneo diseñado para operar de manera segura durante los ataques con misiles.
El nacimiento de tres niñas por cesárea se realizó a las 34 semanas de embarazo, en un quirófano fortificado bajo tierra, que cuenta con todos los equipos necesarios para enfrentar emergencias médicas en tiempos de guerra. Según informó el medio ILTV Israel News, la intervención fue un éxito, y la madre ya pudo visitar a sus bebés en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN).

El Hospital Rambam, que desde el inicio de los bombardeos iraníes en Haifa trasladó sus operaciones a esta instalación subterránea, mantiene activos quirófanos, salas de parto y UCIN para garantizar atención médica segura a sus pacientes. Durante cinco días de ataques, el hospital atendió a más de 600 personas sin descuidar la seguridad de las mujeres en trabajo de parto.
El doctor Yaniv Zipori, especialista en medicina materno-fetal, describió el parto como “semi-electivo” y sin complicaciones, destacando la resiliencia del personal médico y la infraestructura que permitió este acontecimiento en plena guerra.
El nacimiento de estos trillizos bajo tierra no solo representa un logro médico, sino también un símbolo de vida y resistencia en medio de la adversidad. Tres nuevas voces que, a pesar del estruendo de los misiles, comienzan a vivir y a dar esperanza a un país que lucha por mantenerse a flote.
