El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el lunes poner en «pausa» la ayuda militar a Ucrania en un intento por presionar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, para que se comprometa con las negociaciones de paz para poner fin a la guerra con Rusia. Esta medida fue anunciada días después de una tensa reunión en el Despacho Oval, donde Trump y el vicepresidente JD Vance expresaron su frustración por lo que consideran una gratitud insuficiente de Zelenskyy hacia los más de 180 mil millones de dólares en ayuda militar enviados por Estados Unidos desde el inicio de la invasión rusa.
Según un funcionario de la Casa Blanca, Trump está enfocado en lograr un acuerdo de paz y exige que Zelenskyy demuestre su disposición para negociar una solución. La suspensión de la ayuda permanecerá vigente hasta que Ucrania se comprometa más activamente con las conversaciones de paz, señaló el funcionario.
Esta no es la primera vez que Trump utiliza la ayuda como herramienta de presión. En su mandato anterior, Trump había retenido la asistencia a Ucrania para presionar a Zelenskyy a investigar al entonces candidato presidencial demócrata Joe Biden, lo que derivó en el primer juicio político de Trump. Ahora, la situación vuelve a generar preocupación en Ucrania y entre los aliados de Estados Unidos.
Demócratas y algunos republicanos han criticado la pausa en la ayuda. El representante demócrata Brendan Boyle calificó la decisión como «imprudente e indefendible», advirtiendo que representa una amenaza directa para la seguridad nacional. A su vez, el congresista Dan Goldman la describió como una «extorsión» dirigida a Zelenskyy para obtener concesiones sobre los recursos minerales de Ucrania, algo que se había previsto en un acuerdo que sería firmado durante la visita de Zelenskyy a Washington.
El presidente Trump ha reiterado su apoyo al presidente ruso Vladimir Putin y ha expresado su confianza en que Rusia podría ser una opción confiable para mantener la paz si se alcanza una tregua entre los dos países. Sin embargo, la creciente tensión entre Estados Unidos y Ucrania, así como las críticas a la postura de Zelenskyy, podrían complicar aún más el panorama.
Con las elecciones de 2024 a la vista, Trump ha prometido poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania, mientras sigue cuestionando la disposición de Zelenskyy para llegar a un acuerdo. Esta pausa en la ayuda también plantea interrogantes sobre el futuro de la relación entre ambos países y el impacto que podría tener en la seguridad global.
La situación sigue siendo incierta, y el destino de la asistencia estadounidense a Ucrania continúa siendo un tema candente en la política internacional, mientras las negociaciones de paz siguen siendo un objetivo prioritario para ambas partes.
