La presidenta Claudia Sheinbaum lamentó este miércoles, durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la muerte de seis elementos de la Guardia Nacional tras la explosión de una presunta mina artesanal, también conocida como ‘narcomina’, en los límites de los estados de Jalisco y Michoacán.
«Expresamos toda nuestra solidaridad y apoyo a las familias de los elementos fallecidos», señaló la mandataria ante medios de comunicación, sin ofrecer mayores detalles sobre los responsables del ataque. Sheinbaum pidió esperar a que el Gabinete de Seguridad presente un informe completo sobre los hechos.
El incidente ocurrió el martes, cuando un vehículo militar que realizaba labores de patrullaje en un camino de terracería entre Cotija, Michoacán, y Jilotlán, Jalisco, pasó sobre un artefacto explosivo improvisado, provocando la muerte de seis efectivos y dejando a otros dos con heridas de gravedad.

Reportes preliminares indican que la zona donde ocurrió la explosión es disputada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y grupos criminales locales. Algunas versiones sugieren que los militares pudieron haber estado en medio de un enfrentamiento cuando se activó el explosivo.
El uso de explosivos improvisados, como las llamadas ‘narcominas’, ha sido una táctica creciente del crimen organizado en regiones de alta conflictividad. Estas minas artesanales, fabricadas con materiales de uso agrícola o casero, representan un grave riesgo para las fuerzas de seguridad y la población civil, y han sido documentadas previamente en estados como Michoacán, Guerrero y Zacatecas.
Tras el ataque, fuerzas federales desplegaron un operativo en la región e iniciaron las investigaciones correspondientes. Hasta el momento, el Gabinete de Seguridad no ha emitido un comunicado oficial sobre el incidente.