La presidenta Claudia Sheinbaum anunció ayer que ya envió al Congreso una propuesta para reformar la Constitución y prohibir la siembra de maíz transgénico en México, a pesar de un reciente fallo en contra en el marco del T-MEC. En su mensaje, dijo que la reforma busca modificar los artículos 4 y 27 de la Constitución, con el fin de proteger al maíz como un símbolo cultural y nacional, y para evitar que se siga sembrando maíz genéticamente modificado. Sheinbaum destacó que el maíz, con sus 59 razas diferentes, es fundamental para la identidad y la historia de México, ya que fue creado en Mesoamérica.

Esta reforma surge después de que un panel de especialistas del T-MEC concluyera que las medidas de México para limitar la importación de maíz transgénico no cumplen con los estándares científicos requeridos por el tratado. A pesar de este fallo, que obliga a México a ajustar su política, la reforma constitucional no está restringida por la resolución del T-MEC, lo que le permite al país buscar protección legal para su maíz.
Algunos de los riesgos del maíz transgénico que se mencionan incluyen el impacto sobre la biodiversidad, el aumento en el uso de agroquímicos, la posible contaminación genética de variedades nativas y los efectos desconocidos sobre la salud humana. Además, se alerta sobre el poder de las grandes corporaciones que controlan las semillas transgénicas, lo que podría afectar a los pequeños productores.
