Este lunes, Justin Trudeau anunció su dimisión como primer ministro y líder del Partido Liberal de Canadá, aunque continuará en sus cargos hasta que se elija a un nuevo líder. En una conferencia de prensa, Trudeau explicó que ya no considera ser la mejor opción para su partido en las próximas elecciones frente al Partido Conservador.
«Este país merece una opción real en las próximas elecciones, y me ha quedado claro que si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción en esas elecciones», señaló el primer ministro.
Trudeau, quien ocupa el cargo desde septiembre de 2015, destacó su trabajo en la lucha por fortalecer la clase media, enfrentar la pandemia y promover el libre comercio en América del Norte. Sin embargo, reconoció que las tensiones dentro de su partido y su imagen en las encuestas habían comenzado a afectar su liderazgo.

El proceso de selección de un nuevo líder en el Partido Liberal podría extenderse por varios meses, por lo que es poco probable que Trudeau deje el cargo de inmediato. De hecho, se espera que continúe como primer ministro hasta al menos el 20 de enero, cuando Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos.
Durante su discurso, Trudeau también comentó sobre la situación del Parlamento canadiense, que consideró paralizado. Aseguró que el Parlamento no ha sido productivo en los últimos meses y sugirió suspender sus actividades hasta el 24 de marzo, con el objetivo de reiniciar su funcionamiento.
«Creo que todos estamos de acuerdo en que el Parlamento no funciona más después de varios meses. Se ha dedicado a la producción y no tiene productividad», explicó el primer ministro.
Este anuncio se produce en medio de crecientes críticas internas, especialmente después de la renuncia de la ministra de Economía, Chrystia Freeland, quien era una de sus principales aliadas. Freeland dimitió luego de que Trudeau intentara degradarla tras su oposición a las propuestas de aumento de gasto. En su carta de renuncia, Freeland acusó a Trudeau de enfocarse en «trucos políticos» en lugar de en lo que realmente beneficiaba al país.
Trudeau expresó que lamentaba la salida de Freeland, pero no proporcionó detalles sobre su renuncia. «Chrystia ha estado a mi lado y ha sido una compañera política dentro del gobierno y el partido. Yo realmente deseaba que ella continuará como viceprimer ministra para afrontar los desafíos que el país enfrenta, pero ella no quiso hacerlo.
La renuncia de Trudeau marca un giro importante en la política canadiense, en un momento de incertidumbre interna para el Partido Liberal y a medida que se acercan las próximas elecciones.
