La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó como un “avance” la reciente decisión del gobierno estadounidense de modificar los aranceles al sector automotriz, al considerar que otorga a México una “ventaja competitiva adicional”.
Sheinbaum explicó que, hasta ahora, algunos exportadores mexicanos enfrentaban una doble carga impositiva, al pagarse un 25% por vehículo y otro 25% adicional por los insumos como el acero y el aluminio, lo que elevaba los aranceles efectivos hasta el 50%. “Ayer sí hubo un reconocimiento de que no se puede cobrar doble”, afirmó.
La orden, firmada el martes por el expresidente Donald Trump, ajusta los aranceles del 25% impuestos previamente a los vehículos ensamblados con piezas extranjeras en EE.UU., y establece nuevas pautas para la devolución de algunos gravámenes.
Entre los cambios más relevantes, se encuentra la exclusión de aranceles no solo para autopartes fabricadas en Estados Unidos, sino también para aquellas producidas en toda Norteamérica. “Eso es muy importante porque nuevamente hay un reconocimiento del valor del tratado comercial México, Estados Unidos, Canadá”, destacó la mandataria.
La industria automotriz es estratégica para México, ya que las autopartes representan el principal producto exportado a Estados Unidos. Además, muchas piezas cruzan varias veces la frontera en el proceso de ensamblaje. Analistas del sector han advertido que los aranceles elevaban los precios de los autos, reducían las ventas y restaban competitividad a la producción en EE.UU.
Sheinbaum indicó que su gobierno aún analiza los detalles de la orden, pero adelantó que se trata de una medida beneficiosa para el país. “Todavía, obviamente, nosotros buscamos mayores beneficios y mayor claridad”, concluyó.
El comercio automotriz entre Estados Unidos, México y Canadá supera los 300.000 millones de dólares anuales.