En su memoria
Ante unas 40 personas, la Diócesis de Ecatepec realizó el primer día del novenario que organizaron en memoria del Obispo Emérito, Onésimo Cepeda Silva, fallecido este 31 de enero por Covid-19 tras varios días de estar intubado.
Sus cenizas arribaron a la catedral ubicada en la cabecera municipal de Ecatepec y fueron depositadas en el altar principal donde también colocaron una fotografía del clérigo y varios arreglos florales.
«Muchas cosas se dirán de una figura tan emblemática como la de don Onésimo, nosotros solo podemos recordar al pastor que ejerció con misericordia su labor», sostuvieron sus compañeros durante un breve mensaje.
Durante 17 años Cepeda Silva encabezó la Diócesis de Ecatepec, tras ser nombrado Obispo de Ecatepec por el Papa Juan Pablo II en 1995.
Su trayectoria al frente de la iglesia estuvo marcada por sus acercamientos al poder político y económico del país, con quienes compartió negocios y su afición a los toros y al béisbol.
«Recordar a don Onésimo es recordar su mirada, su buen humor, su sonrisa tan característica y esa cercanía con todos que le valió para que propios y extraños lo buscaran», agregaron.
A la ceremonia religiosa acudieron monaguillos, sacerdotes y algunos fieles, quienes tuvieron que cumplir con las medidas sanitarias para evitar contagios de COVID-19.
El novenario finalizará el próximo 11 de febrero, fecha donde serán depositados los restos de Onésimo Cepeda en la capilla de criptas de la Catedral Sagrado Corazón de Jesús, en Ecatepec.
Fuente: Hoy Estado.