La comparación entre la Tierra y Marte ilustra las enormes diferencias en sus capacidades para albergar vida. Mientras que en la Tierra la vida florece de manera natural, en Marte, la supervivencia humana solo es posible con la ayuda de tecnología avanzada.
La Tierra es un planeta que tiene una atmósfera rica en oxígeno y nitrógeno, dos gases esenciales para la vida tal como la conocemos. Además, su temperatura moderada, la presencia de agua líquida en abundancia y su campo magnético protector crean un ambiente propicio para la vida. La Tierra ha sido el hogar de una rica biodiversidad durante miles de millones de años, y su atmósfera permite que la vida prospere en diversas formas, desde microorganismos hasta especies complejas como los seres humanos.

En Marte, sin embargo, las condiciones son mucho más hostiles. Su atmósfera es extremadamente fina, compuesta en su mayoría por dióxido de carbono (CO2), lo que hace imposible respirar sin asistencia. Las temperaturas en la superficie son extremadamente frías, con un rango que va desde -125°C hasta 20°C, lo que limita la capacidad de mantener agua en estado líquido. Además, la falta de un campo magnético fuerte hace que la radiación solar sea mucho más intensa, lo que constituye un peligro para cualquier forma de vida. La ausencia de agua en su estado líquido y las duras condiciones climáticas hacen que Marte sea inhóspito para los humanos sin tecnología.
Por esta razón, para que los seres humanos puedan sobrevivir en Marte, sería necesario contar con tecnologías avanzadas, como trajes espaciales para protegernos de la radiación y los gases tóxicos, y sistemas de soporte vital que proporcionen oxígeno, regulación térmica y agua. Habitar Marte implicaría la creación de hábitats sellados y artificiales que simulen las condiciones de la Tierra, lo que demuestra la dependencia de la tecnología para subsistir en ese planeta.
Así, mientras que la Tierra es un refugio natural para la vida, Marte representa un desafío tecnológico, en el que la supervivencia de los humanos depende por completo de nuestras innovaciones científicas y tecnológicas.
Atmosfera Izquierda (probablemente Marte):
- 96% Dióxido de carbono
- 2.7% Nitrógeno
- 1.9% Argón
- 0.14% Oxígeno
- 0.07% Monóxido de carbono
- 0.03% Vapor de agua (variable)

Atmósfera Derecha (probablemente Tierra):
- 78% Nitrógeno
- 21% Oxígeno
- 0.93% Argón
- 0.04% Dióxido de carbono
- Trazas de helio, hidrógeno, etc.
- Vapor de agua (altamente variable)
