Cinco coches bomba explotaron en la ciudad de Teherán, capital de Irán, en medio de una escalada de violencia marcada por ataques atribuidos a Israel, según reportó la agencia estatal iraní IRNA.
El medio oficial señaló que “el régimen israelí está detonando coches bomba en Teherán después de que los sistemas de defensa antiaérea repelieran con éxito una ola de bombardeos”. Esta serie de ataques se da en un contexto de crecientes tensiones entre ambos países.
Desde el viernes, las autoridades iraníes han reportado al menos 224 personas fallecidas y 1257 heridas como resultado de estos enfrentamientos. Por su parte, fuentes israelíes indican que al menos 14 personas han muerto debido a los misiles y drones lanzados desde territorio iraní.
Ante esta escalada, tanto Israel como Irán han movilizado fuerzas y reforzado la seguridad en sus fronteras, mientras la comunidad internacional hace un llamado urgente a la calma para evitar un conflicto mayor. Organizaciones y gobiernos regionales expresan preocupación por el riesgo de una guerra abierta en Medio Oriente.
Por otro lado, expertos analizan que esta serie de ataques representa un nuevo capítulo en la prolongada enemistad entre ambos países, con posibles repercusiones en la estabilidad regional y en la seguridad global, especialmente en el contexto de las alianzas y rivalidades geopolíticas existentes.