En un ataque masivo sin precedentes, Irán lanzó al menos 100 misiles balísticos y de corto alcance hacia la ciudad de Tel Aviv, en Israel, en un acto de represalia que ha elevado significativamente la tensión en Medio Oriente. El sistema de defensa israelí conocido como la Cúpula de Hierro fue activado de inmediato para interceptar la mayoría de los proyectiles; sin embargo, varios misiles lograron evadir las defensas y alcanzaron diferentes zonas urbanas, causando daños materiales y dejando a la población en estado de alerta y evacuación en varias áreas.
El momento exacto de la caída de uno de estos misiles en Tel Aviv fue captado en video, mostrando la potencia del impacto y la rápida respuesta de los equipos de emergencia en el lugar.
En un comunicado oficial, las fuerzas armadas iraníes justificaron el ataque como una respuesta directa a lo que calificaron como una «agresión y asalto criminal» perpetrados contra sus intereses esta misma mañana. Además, anunciaron el inicio de la Operación «Promesa Verdadera 3», cuyo objetivo es atacar docenas de instalaciones estratégicas israelíes, incluyendo centros militares, bases aéreas y otros objetivos clave para la defensa del país.
Las autoridades israelíes han confirmado que, a pesar de la activación efectiva de la Cúpula de Hierro, se han registrado víctimas y daños en infraestructuras críticas. Se ha declarado estado de emergencia en Tel Aviv y sus alrededores, y se ha reforzado la seguridad en todo el territorio nacional.
La comunidad internacional ha reaccionado con llamados a la calma y a evitar una escalada mayor, aunque la situación sigue siendo altamente volátil. Este ataque representa un nuevo capítulo en el prolongado conflicto entre Irán e Israel, con consecuencias imprevisibles para la estabilidad regional.