El incendio en una bodega de desperdicio industrial ubicada en Xonacatlán continúa sin ser sofocado después de 53 horas de intensas labores. A pesar de los esfuerzos de los cuerpos de emergencia, las ráfagas de viento de la madrugada del martes avivaron las llamas, prolongando las tareas de extinción.

El siniestro afecta un área de aproximadamente dos hectáreas donde se almacenan transformadores, cables y medidores eléctricos. La combustión de estos materiales ha generado una densa capa de humo, lo que ha dificultado la visibilidad y ha complicado la respiración en las zonas aledañas.
Bomberos, voluntarios y elementos del Ejército han trabajado incansablemente durante más de dos días, pero la fatiga comienza a hacerse notar. Tras largas horas de trabajo continuo, muchos de los rescatistas han reportado garganta irritada, voces roncas y signos evidentes de agotamiento debido a la exposición constante al humo y las altas temperaturas.
El humo generado por el incendio ha afectado también a la Ciudad de México, especialmente en zonas como Polanco, donde los habitantes han reportado el fuerte olor a quemado. La columna de humo es visible desde varios puntos del Estado de México, incluida la carretera Lerma y la autopista México-Toluca.
Hasta el momento, no se han registrado personas lesionadas ni evacuaciones en la zona. Las autoridades siguen trabajando para controlar el incendio, mientras se monitorea la calidad del aire en las áreas afectadas. La situación continúa siendo crítica y se espera que las labores de extinción se prolonguen hasta que el fuego sea finalmente controlado.
