Con el fin de formular acciones para proteger al águila real, la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial en colaboración con la “Organización para la Conservación de Vida Salvaje, A.C.” lanzaron un proyecto para proteger y monitorear esta simbólica especie mexicana en el norte de Guanajuato.
En el marco del Día Nacional del Águila Real, gracias al trabajo de la SMAOT y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la entidad cuenta con 2 nidos activos y 5 nidos inactivos en las zonas del ANP Peña Alta, Sierra de Santa Rosa, ANP Cuenca alta del Río Temascatío y Sierra Gorda y ANP Peña Alta de Sierra Leona.
En la reunión del Grupo Regional Águila Dorada en Aguascalientes participaron los estados del Medio Oeste, como Jalisco, Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco y, por supuesto, el Estado de Guanajuato; María Isabel Ortiz Mantilla, titular de la SMAOT, dijo que en Los próximos 4 años se capacitarán fuertemente en guardaparques y actores locales, además se realizaron recorridos en el área de actividad para encontrar más ejemplares y aves nidificantes, distribuidas principalmente en 4 reservas naturales y la Sierra de Santa Rosa.
Actualmente la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas tiene un registro de 171 parejas reproductivas en más de 30 Áreas Naturales Protegidas Federales.
Las parejas reproductivas en el país se encuentran en: Chihuahua 59, Zacatecas 32, San Luis Potosí 16, Durango 15, Baja California 15, Sonora 10, Guanajuato 7, Aguascalientes 6, Coahuila 6, Jalisco 4 y Oaxaca 1.
En Guanajuato, las áreas naturales protegidas donde se cuentan con registros en los últimos 20 años son: Peña Alta, Sierra de Lobos, Cuenca de la Esperanza, Cuenca de la Soledad, Cuenca alta del Río Temascatío, Presa de la Purísima y Sierra Gorda.
No hay duda de que el Águila Real es un vívido símbolo del orgullo y la historia del país. Ha vivido en la tierra durante 10 millones de años. Aunque no es exclusivo de México, ha sido considerado como el ave suprema desde pre -Hora española. Continuó hasta que se convirtió en un símbolo del estatus de México, e incluso lo hizo parte del escudo nacional.